Cultura de Pensamiento: qué y cómo pensamos.

“Aprender a pensar, pensar para aprender. Pensar bien nos tiene que llevar a tomar buenas decisiones y a actuar bien.”

Así fue el comienzo del Módulo IV en nuestra formación de Nazaret Global Education.

El centro estuvo en las Destrezas de Pensamiento, y en cómo desarrollar habilidades de pensamiento para que se conviertan en una conducta cotidiana.  El aula y la escuela son el lugar privilegiado para hacerlo, donde podemos ayudar a fomentar y profundizar el pensamiento y las experiencias  de aprendizaje involucrando a todos alumnos

Una cultura de pensamiento se crea en aquellos lugares en los

que el pensamiento individual y de grupo es valorado y se hace visible,

y se promueve de forma activa como parte de las experiencias cotidianas

y  habituales de los miembros del grupo.

                                                                                                                 Ron Ritchard

En este módulo profundizamos en cómo hacer visible el pensamiento a través de la escalera de la metacognición y de la práctica de las destrezas “Las partes y el todo”, y “Comparar y contrastar”.

También desarrollamos un Proyecto Basado en Problemas, todas iniciativas que apuntan a desarrollar la capacidad de pensar.

A través de distintos caminos podemos desarrollar la capacidad de pensar, pero también, ayudar a entender cómo piensan nuestros alumnos y dotarlos de herramientas para hacer visible su propio pensamiento (Visible Thinking).

La técnica del SKETCHNOTE es muy poderosa a la hora de graficar y representar de manera visual ideas, relaciones y conceptos.  Desde los primeros grados los docentes incentivan a los alumnos a poner en práctica esta herramienta para ayudar a los niños en su proceso de pensar y aprender.

Los resultados son admirables, y son un incentivo para apostar a practicarlo y valorar los resultados.

Es admirable ver los recursos que cada alumno pone en juego a la hora de presentar visualmente su pensamiento, sus ideas y lo que para él resulta relevante.  Detrás de cada trabajo hay un niño que pudo: comprender la idea, elegir los conceptos que va a representar, imaginar una presentación total, pensar en cada detalle visual, graficarlo, establecer las relaciones de cada parte y el todo, priorizar las imágenes por encima de las palabras y finalmente darle color.  ¡Cuántas habilidades puestas en juego! ¡Y cuánto trabajo de los docentes, que saben guiarlos, estimularlos y alentarlos en sus producciones!