El otro día me encontré con un tweet (estuve un poco perezosa con twitter en las vacaciones, pero creo que está bien así) de @uschi3 sobre un desafío que les hizo Silvia para documentar los hábitos de lectura. El desafío está bien explicado por @langwitches en su blogpost del 1/1/2020:http://langwitches.org/blog/2020/01/21/my-and-grandaughters-life-as-a-reader-10-years-later/
Como yo no comencé el desafío hace 10 años, no puedo documentar cambios, pero acepto el desafío de escribir sin parar una lista de reflexiones sobre mi misma como lectora hasta exprimir mi cerebro: acá va.
- Cuando me jubile me imagino poder leer todo el día.
- Me da miedo de que no me alcance la vida para leer todo lo que quiero
- Si me pregunta cuál es mi hobby, me avergüenza un poco decir que “leer” porque siento que debería decir algo más activo o “productivo” en el sentido de algún deporte o algún arte. Pero es la verdad
- No puedo dormirme si no leo.
- Nunca pensé que iba a adaptarme a la Kindle, por eso del libro y las hojas y sus olores, pero si, me adapté y me gusta, aunque no la prefiero. Me da lo mismo Kindle o libro de papel.
- No sé cuál fue el primer libro que leí, pero sí creo que empecé a leer como una loca alrededor de los 12 años.
- Cuando me fanaticé con leer, nadie me aguantaba. En Mar del Plata cuando me invitó mi abuela leía tanto que no quería ir a la playa y para escaparme me metía con una linterna en el placard. Mi abuela me retaba bastante por esto.
- Los primeros libros grandes que recuerdo haber leído fueron la saga de Hanni und Nanni y los de Anne und Jess, que ¡eran de mi mamá!
- En el departamento de mi abuela había libros de Marie Luise Fischer un tenía algunas partes un poco “verdes”, me daba vergüenza leerlas pero igual a escondidas lo leía.
- Asterix es mi absoluto favorito y no acepto críticas. Los tuve todos, los leí en alemán, en castellano, y cuando viví en Francia me los compré en francés en un mercado de pulgas. Asterix fue la puerta de entrada a la historia para mi.
- En el colegio nos hicieron leer El Quijote y no lo leí, me copié de un resumen. No me gustaba la lectura obligatoria en el colegio y lo que más me molestaba era que la profesora de literatura nos dijera cómo interpretar los simbolismos (en los cuentos de Borges o Cortazar). Ej: espejo representa x, tigre representa y. No estaba de acuerdo y yo tenía ganas de pensar lo que quería y no que me indicaran cómo interpretar.
- Sin embargo los últimos dos años de literatura de secundaria me encantaron. Todavía hoy conservo una carpeta con separadores “cuentos”, “ensayos”, “poemas”, donde guardo fotocopias amarillentas de las lecturas que teníamos en el cole.
- Nunca pero nunca me gustó leer libros de divulgación científica. Es terrible decir esto, pero es la verdad. No me enorgullece. Recién ahora estoy retomando un poco. Quizás era un tema de saturación, demasiada ciencia, mis lecturas personales necesitaban ser de otro tipo.
- Sí me gusta leer libros sobre educación, pero necesito que tengan herramientas concretas y que estén llenos de ideas y tips. Me encantaron por ejemplo los de la serie “hacking”. No soy del área de sociales y no soporto mucho leer largos y complejos análisis sobre la educación. Aunque gracias al posgrado que estoy haciendo, aprendo a leerlo en pequeñas cuotas, tomando notas de manera visual o en paper53 y de esta manera puedo encararlo.
- Me fanatizo con un tema y me fanatizo. Cuando era más joven, a principios de mis 20´s, me fanaticé con novelas románticas, pseudo-históricas en la India. Esto me hizo querer aprender más sobre la India y su historia.
- Después fue Roma a partir de la saga de Colleen Mc Cullough. Me convertí en ávida lectora de historia romana, La guerra de las Galias, de Julio César, las historias de Escipión el Africano, Cato, Cicerón, la obra de Edward Gibbon. Compraba estos libros en la feria del libro por muy poca plata, o afuera.
- Mi novela favorita es sin duda Bomarzo, de Manuel Mujica Lainez. La leí 4 veces.
- Acá llego al punto más destacado de yo lectora: leo muy rápido, disfruta ENORMEMENTE la lectura, e igual de rápido la olvido. Esto hace que pueda leer un libro 2, 3 e inclusive 4 veces y disfrutarlo tanto como la primera. O más.
- AMO a Federico García Lorca. El año pasado me compré la obra completa, está en mi mesita de luz y cada tanto abro y leo. Durante muchos años llevé conmigo en mi cartera “Bodas de Sangre”. Lo leí mil veces. Se lo leí a mis hijas. La sensación de leerlo es indescriptible.
- En algún momento a partir de las lectura de Orlando Figes (Los que Susurran, El Baile de Natacha, etc) me fanaticé con la historia rusa.
- Historia de medio oriente, el conflicto, la guerra, Afganistán, Irán, Pakistán, el IS… no puedo dejar de seguir leyendo. Necesito entender.
- Necesito entender el holocausto, cómo pasó, cómo Hitler. De joven me burlaba de mi papá que se la pasaba leyendo libros sobre el Tercer Reich. Lo superé ampliamente, la mitad de mi casa está plagada de libros que intentan explicar lo inexplicable.
- Tenemos libros en todos lados. En los baños, en las mesitas de luz. Necesitamos otra biblioteca.
- Hace años que ya no leo novelas, no leo ficción. No lo disfruto. Siento que me mienten. Necesito leer historia.
- Políticamente incorrecto: detesto a Houellebecq. Será muy moderno, lo que quieran. No lo entiendo, no me aporta.
- Leo el diario en papel los domingos. Es el gran placer de los domingos. Y me gusta que mis hijos hojeen también el diario.
- Todos los días leo posiblemente el diario en el teléfono. Me tomo el trabajo de leer La Nación y Página 12, a veces Infobae. Esto me genera desesperación, porque es leer dos países distintos. No podemos sacar una conclusión. Algo ES o NO ES. ¿Cuál de los dos es cierto? Me esfuerzo mucho en entender el punto de vista del otro y en imaginarme que estoy en ese lugar.
- Leo páginas alemanas que me parecen noticias más interesantes. Spiegelonline y Zeit.de, a veces Die Welt. Abre un poco, hay más noticias de salud y ciencia que en los medios locales.
- Definitivamente prefiero leer en alemán que en castellano. Siempre lo preferí. Gracias a la Kindle y mi suscripción a amazon.de tengo acceso a libros en alemán.
- Estoy leyendo Mary Stuart, de Stefan Zweig. Estaba pensando hacer un sketchnote (un librito) sobre la vida de esta mujer increíble y controvertida, basada en la biografía de este gran y muchas veces olvidado escritor del siglo pasado. Voy subrayando oraciones en la Kindle que me parecen de una exquisitez literaria (lo dice una bióloga…) y no quiero olvidar. Las incluiría en mi sketchnote.
- De mis tres hijos, el mayor NO LEE. Más que Tintin, Mafalda y el libro Guiness, asi como enciclopedias de tecnología o preguntas científicas. Me siento terriblemente frustrada porque siempre creí que con padres lectores el hábito se instala. Se ve que no necesariamente. Igual ahora hojea y lee de a pedazos un librito muy interesante de Stephen Hawking… una luz de esperanza. (coincide con lo que dice @langwitches en su punto 130 de su blogpost)
- Mi segunda hija a partir de Harry Potter se volvió loca y lee lo que encuentra en su camino, me hace acordar a mi. La última todavía no muy definida.
- Cuando paso de kindle a papel me faltan dos cosas: a) subrayar datos interesantes que quiero conservar y b), poder cliquear en alguna palabra para ir a wikipedia y desasnarme sobre una ciudad, país o personaje. Esta metalectura muchas veces me saca del eje pero me enriquece mucho más.
- Para mantenerme informada sobre novedades en ciencia y educación, es twitter. Es un mundo que se abrió para mi hace ya tres años casi, y siento que nunca estuve tan informada en mi vida.
- Soy incapaz de deshacerme de un libro. No importa cuán malo sea, si quizás está acá solo porque mi papá no lo quería o me lo regalaron en la biblioteca, lo siento como un sacrilegio que me va a llevar al infierno.
- Tengo ganas de tener mucho tiempo y ordenar nuestros libros tipo biblioteca del colegio, porque así seria más fácil encontrar un libro que quiera volver a leer (ver punto 18).
- Descubrí a mis 48 años los audiolibros. Y es un enorme estímulo para salir a caminar. Ya me cansé de mis playlists musicales. Caminé muchos kilómetros escuchando “Los Pilares de la Tierra”, de Ken Follet. En alemán. Obvio que lo había leído, en castellano. Es muy lindo escucharlo en alemán. Me impresionan los que los leen, que no se equivocan nunca! Si, no es la alta literatura ni una obra compleja de historia medieval, pero es entretenido y atrapante y poco demandante para acompañar una caminata con el perro. Si escucho todas las trilogías de Ken Follet voy a adelgazar.
- Me cuesta MUCHO abandonar un libro y no terminarlo. Lo siento como una falta de respeto. He leído libros malos. O muy difíciles (me cuesta mucho Peter Scholl Latour). Pero me sacrifico y sigo adelante. El único que abandoné realmente por ahora es la biografía de Hitler de Ian Kershaw, una obra monumental con un nivel de detalle infinito. Ya tengo mucha data sobre este señor, y no me aporta tanto más. Quizás necesito liberarme un poco de su presencia.
- No sé cómo van a cambiar mis hábitos de lectura de acá a 10 años. Siento que – excepto la irrupción de los e-books en mi vida- no han cambiado mis hábitos en los últimos 10. Tampoco sé si seguiré teniendo este blog en 10 años.
- Mi sueño es un día trabajar en la biblioteca del colegio. No conozco lugar más hermoso, pacífico, con más rico olor. La bibioteca de mi colegio de Belgrano también me encantaba. Me imagino con mucho tiempo para leer los muchos libros que tenemos en la bibioteca. Si tuviera que ser comerciante, tendría una librería, como la Boutique del Libro o algo así. Trataría de ser de esos vendedores que se leen todo y asesoran superbien a los clientes.
- Mi abuela me leía de chica: Der Struwwelpeter, Max und Moritz, Waldi, Die Häschenschule, también esos de los Teddys. Sé de memoria toda la Häschenschule. Todavía la sé recitar. Se la leía a mis hijos de chicos y me di cuenta que la tenía grabada. Amo esas rimas. Para mi la lectura es en alemán, es mi impronta de la infancia.
- Prefiero 1000 veces leer instrucciones para hacer algo que ver tutoriales en videos. Los tutoriales me impacientan. Tampoco me gusta ver entrevistas en las páginas de los diarios, siempre intento encontrar el transcript. No sé por qué.
- Como tengo la memoria de Dori (la amiga de Nemo, que tenía pérdida de memoria de corto plazo), siempre fantaseo con la posibilidad de ir registrando (ahora lo haría en sketchnoting) lo que voy leyendo. Esto tiene mucho sentido sobre todo porque leo facts y no fiction. Sería como documentar mi lectura. Cierro loop volviendo la punto 1, que es cuando pueda hacer todo esto.
Este ejercicio me encantó, es una práctica reflexiva que me permite mostrar una parte muy importante de mi vida a quien tenga la paciencia y el interés de leer este blogpost infinito.
Nos actualizamos en 10 años!